miércoles, 31 de diciembre de 2014

Espero que merezca la pena

Espero que te caigas.
Que te caigas mil veces y te levantes siempre una más.
Que te partas todos y cada uno de los huesos de tu cuerpo derrapando en este deporte de riesgo que llamamos vida. Y que merezca la pena. Espero que lo hagas y que quede claro que somos piedras que se pulen a golpes bajo la atenta mirada de quienes creen que en una de estas se romperán. Pero no se rompen. Espero que nada consiga partirte en dos.
Espero que recuperes tus pulsaciones y ganes pulso otra vez. Que aprietes los dientes y le digas al mundo de reojo que solo sabes caminar hacia delante y que si caminas hacia atrás es solo para recordarte que en peores plazas a toreado. Que aquí hemos venido a jugar. Que juegues. Que las cosas más fuertes son las que nace en la adversidad.
Espero que saltes. Sí, que saltes desde la decimotercera planta de ese edificio llamado pánico y reconocer que te gusta. Que te den la vuelta a las cartas, que pierdas la partida, que ganes la jugada. Que te pillen  el farol. Que te cambien las fichas por amaneceres que algún dia contaras. Que merezca la pena.
Espero que te enamores. Y que duela. Que te enamores de esa clase de personas con complejo de lanzadera. De las que te hacen perder el vértigo a cambio de las vistas. Espero que le preguntes a las noches donde está el y que no te sepan responder. Que no puedas morir. Que salgas a buscarla. Que la encuentres. Que merezca la pena.
Espero que te pierdas. Que te pierdas en medio de un montón de personas a las que ni por casualidad hubieses imaginado conocer. Espero que dirigirles la palabra sea la única manera que tengas de salir de allí. Espero que salgas. Espero que encuentres a un amigo de verdad. Que lo conserves. Que merezca la pena.
Espero que llores. Que llores hasta salirte de ti mismo y los ejes de la tierra se den la vuelta. Espero que tu mundo se vuelque y que, una vez patas arriba, seas capaz de aprender de vivir boca abajo. Que boca debajo de repente signifique del derecho otra vez.
Espero que se te cierren las puertas. Todas y cada una de las que un dia estuvieron abiertas en forma de probabilidad. Que tengas que elegir. Que encuentres la manera de abrir las ventanas y comprendas que la luz que entra en nuestras vidas no es sino aquella que nosotros dejamos que entre. Que vivir en la oscuridad nunca ciega, pero tampoco deja ver.
Esperemos que mires hacia arriba. Creyendo o sin creer. Que mires hacia arriba y des las gracias. Gracias por ti. Gracias por ellos. Gracias por todo. Gracias. Siempre gracias.
Espero que te vuelvas loco. Que encuentres eso que te mantenga despierto, que no te deje dormir hasta que no esté terminado. Que lo termines. Que sea tuyo. Que lo compartas. Que merezca la pena.
Espero que tires la toalla. Que te acorralen contra las cuerdas y por un momento pienses que nada puede ir peor. Espero que ese momento sea eso,un momento. Que seas tu y solo tu quien decida cuanto dura. Que te gires, que des la cara, que sigas peleando. Que siempre peleando. Que siempre tengas un motivo por el que pelear. Que merezca la pena
Espero que tires la toalla. Que te acorralen contra las cuerdas y por un momento pienses que nada puede ir peor. Espero que ese momento sea eso, un momento. Que seas tú y solo tú quien decida cuánto dura. Que te gires, que des la cara, que sigas peleando. Siempre peleando. Que siempre tengas un motivo por el que pelear. Que merezca la pena.
Espero que sigas yendo a ese bar. Que siempre tengas algo que contar. Que tengas algo por lo que brindar y que no te falte quien te recuerde que los que se han ido ya no están pero que los que se quedan, se quedan por algo. Espero que siempre tengas a alguien que te diga la verdad. Aunque duela.
Espero que te digan adiós. Y que lo digas tu también, queriendo y sin querer.
Espero que te equivoques tantas veces como puedas. Que puedas pedir perdón por ello otras tantas. Que te perdonen. Que siempre vuelvas a casa con una lección aprendida y la paz de quien sabe que el orgullo destruye mas que crea y aleja mas que acerca. Que te acerques. Que merezca la pena.
Espero que te rompan el corazón. En trozos muy pequeños. Tan pequeños que ni siquiera parezcan trozos. Tan pequeños que se confundan con el polvo. Espero que te agaches. Que lo recojas. Que los vuelvas a encajar en lugares que jamás imaginaste que existieran dentro de ti. Espero que te sacudas las telarañas y los tengas donde hay que tenerlos para volver a hacer eso que todos necesitamos hacer tarde o temprano, confiar

Espero que vivas, que sobrevivas y que merezca la pena el 2015

jueves, 25 de diciembre de 2014

Vicios

Seguimos buscando a esa persona que nos robe los sueños en vez de tumbarse con nosotros a crearlos. Seguimos creyendo que la suerte la tenemos echada y lo que no sabemos es que somos nosotros los que la jugamos. Seguimos siendo tan gilipollas que después de comernos la boca no dejamos marcado aquel territorio que nos pertenece. Seguimos buscando la ropa en el suelo de la habitación, sin saber que todavía no ha llegado quien nos la arranque desesperadamente. Aun tenemos las ganas arraigadas dentro de nosotras por tal de no follarnos cualquier noche de estas. Seguimos teniendo tantas trampas, que la suplimos con vicios y créeme , que eres un vicio precioso

miércoles, 24 de diciembre de 2014

Recuerdos y Olvidos

Nos empeñamos en borrar de nuestra memoria a aquellas personas por las que hemos sentido y se han ido, deseosos de olvidar miradas, sonrisas, palabras y sobre todo, momentos. Es tan corto el amor y tan largo el olvido….eso dicen, y quizás sea porque, sencillamente, no debemos olvidar, sino aprender a vivir con el recuerdo, porque sin el, dejamos de ser.
Estamos hechos de experiencias del pasado, somos lo que somos gracias a todas esas personas, las que se han ido y las que siguen aquí. Las que nos han hechos mas fuertes y otras veces, mas vulnerables, con las que hemos conocido la desconfianza, el riesgo, la inocencia y el miedo, la ilusión y la decepción, personas que nos han permitido conocernos un poco mas. Hay momentos que vale la pena recordar y la clave esta en saber elegir que olvidar

domingo, 21 de diciembre de 2014

El secreto de sus ojos azules

Que difícil es esto de que las cosas funcionen entre nosotros. Esto de querer contarte tantas cosas pero no ser capaz…..Incapaz. Cobardes…..Menudo par de cobardes. Qué difícil es disimular y darse media vuelta cuando te tengo de frente, cuando te tengo tantas ganas.
Cuanto nos ha gustado el melodrama, ¿eh? Ese en el que cuanto peor nos iba, mas nos enganchábamos ; sin saber realmente si la culpa de todo esto la tenía esa maldita intriga por saber, por conocer, por aquello que mas ata cuando uno quiere pero no puede, o no debe
Cuanto nos ha gustado jugar a franquear esa línea que cada vez se hizo más fina, una guerra en la que alguno de los dos acabó cediendo más de una vez por exigencias del guion….Un guion inexistente en el que nada lo era todo, jugando al despiste, como si el tema no fuese con nosotros; mostrándole al mundo nuestra mejor sonrisa y temblando por dentro
Así andábamos, fingiendo….y los dos con estas ganas. Y con estos peros. Creo que la vida nos vino grande…. o quizá fuimos nosotros quienes nos tornamos diminutos, granos de arena deslizándose lentamente dentro de un reloj incomprensible. Y así andábamos, mitad dormidos, mitad activos. Un pulso continúo de peros entre el mayor miedo y la mejor fantasía
Asustados ya no de fracasar, muriendo de miedo solo de pensar en intentarlo. Nos falto coraje y nos falto valor. Se nos escapo una conversación que dejamos a medias….Se nos escaparon muchas cosas. Hasta que me decidí y escribí una postal:



Pero. Una palabra de mierda que sirve para dinamitar lo que era, o lo que podría haber sido pero no es 

lunes, 15 de diciembre de 2014

Hemos perdido el tiempo

He perdido el tiempo. Que alguien me ayude, porque no se donde lo deje. Era un tiempo asi como brece, hermoso, delicado, lleno de buenos momentos y de alguno malo también. Seguro que lo reconocerás enseguida. No tiene pérdida posible, por eso me extraña haberme despistado con tanta facilidad. No hay otro tiempo así. O al menos yo no lo recuerdo. He perdido el tiempo y necesito encontrarlo. Razón aquí y ahora. O mejor dicho, ya.

He perdido el tiempo contigo. Y la verdad, no sé cómo ha podido volverme a pasar. Porque esta vez lo teníamos todo atado y bien atado, a buen recaudo, y encima sin necesidad de pasar por ningún sitio a firmar. Sabíamos que lo nuestro era especial. Lo sentíamos, no hacía falta ni decirlo, lo sabíamos y ya está. Lo teníamos tan claro que lo único que nos daba miedo era dejarlo escapar. Y en cambio, lo tratamos como si fuese de lo más rutinario. Lo capullos que fuimos, dios. Lo irrepetible que era esta ocasión, y la oportunidad que la vida nos brindo. Como si después de lo que hemos vivido, nos mereciésemos volver a querernos bonito, volver a volar. Y tú y yo ahí, como si no fuese con nosotros. Hemos vuelto a hacer lo de siempre, darlo todo por hecho, sin darnos cuenta de que lo que se estaba haciendo en ese momento no se volvería a dar más. Nunca más 

martes, 9 de diciembre de 2014

El lado bueno de las cosas

Porque hay días que te levantas con el pie izquierdo y todo te sale mal, no hay forma de que nada te arregle el día porque las cosas en vez de ir a mejor, van a peor. Te quemas por la mañana con la leche del desayuno, has olvidado por completo que hoy era el último día para entregar un trabajo y lo terminas pronto y mal, tienes una presentación que te tiene nerviosísimo durante todo el día, llegas y te quedas en blanco. Encima, en la calle el frío se ha apoderado de cada rincón de la ciudad y cuando sales las nubes deciden descargar un chaparrón sobre ti. Se te mojan los apuntes, vas corriendo y te resbalas, se te cae el móvil en un charco…..En definitiva un desastre de día. Y de repente, llega uno con la frasecita “mira el lado positivo de las cosas” El lado positivo, positivo de qué? Qué ves tú de positivo en mi día si ni el que conseguiría sacarme una sonrisa con un mensaje se acuerda de que existo? Y ahí te vas, enfadada con el mundo y maldiciendo a todo el que se te pone por delante. Te acostarás pensando “que termine ya este día por favor….”
Y si, no has tenido el mejor día de tu vida, pero créeme tampoco ha sido el peor. Y puede que si hubieses sonreído un poco y hubieses intentado sacar el lado bueno de las cosas te habría ido mejor.
Porque es muy fácil quejarse, poner cara de amargada y vagabundear por los pasillos como si llevásemos cadenas atadas en los pies mientras maldecimos a regañadientes todo a nuestro paso . Lo difícil, lo complicado en días como estos, es parar un minuto, respirar profundo y decir,” vamos a cambiar este día porque si, porque está en mi mano, y yo soy quien decido si mejorarlo o amargarlo” Y sonríes y te quitas los nervios hablando con tus amigas antes de la presentación, le cuentas una milonga al profe para que te dé un poco más de tiempo para terminar el trabajo, disfrutas de la lluvia que cae y regalas sonrisas a cada paso. Y cuando llegas a casa piensas “ que crack soy, solo yo puedo volver azul un día gris”
Normalmente solemos decantarnos por la opción de amargarnos el día como si fuese la única opción pero no, siempre tenemos dos opciones.