Estaba loca, loca de remate. Y era guapa, guapa de cojones. Y
conocía la luna. Y bailaba frente al espejo. Y salía y bebía y no se acordaba
de nada al día siguiente. Estaba rota, tanto como un trapo, y era dura, dura de
roer y odiaba a los poetas y se ponía hasta el culo y lloraba y no se acordaba
de nada al día siguiente. Dormía poco y tenía las ojeras mas preciosas que habían
ignorado jamás. Era la que follaba con Extremoduro sonando de fondo . Amaba, era
capaz de amar por encima de cualquier boca despeinada, de cualquier trovador de
mierda y de cualquier basura literaria que le escribía. Era jodidamente perfecta,
y su único defecto era el. Sospecho que venía de otro mundo, por eso de que
nadie había logrado entenderla nunca, aunque siempre era la que mas gritaba, y
que era inmortal, por eso de que le tenía calado y que sabia cosas sobre el que
nadie sabrá jamás .Era la chica con la que desearías pasar el resto de vuestra
vida. Era la chica diez. Y le faltaban un par de veranos, con el digo. Y cada
vez que me la encontraba por ahí me decía que no se acordaría de nada al día
siguiente, y aun así quería vivir con su olvido
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