lunes, 24 de noviembre de 2014

Ser diferente

Está bien que piensen que eres un friki porque estés siguiendo treinta series a la vez, o prefieras quedarte en casa viendo por décimo octava vez la saga Crepúsculo. Que no te guste el fútbol y no conozcas a todos los jugadores, ni siquiera a los mejores. Que esa nueva moda no te guste, ni ese nuevo corte de pelo, y prefieras llevar otro que no aparezca en las revistas pero que a ti te guste porque te siente bien. Que no salgas por los bares más frecuentados ni te guste esa música que ni siquiera sabes cómo bailarla. Está bien que cambies de carrera, que la dejes, que te dediques a la música, al teatro, a escribir, a viajar, que no hayas seguido los pasos de tus padres, que hayas decidido hacer algo completamente diferente, porque es lo que te hace feliz, y es a lo que quieres dedicar el resto de tus días. Está bien que no hagas una carrera, que no tengas el mejor trabajo del mundo, que no tengas tantos ceros en la cuenta  corriente. No te compres una casa, no la alquiles, tal vez prefieras estar de aquí por allá sin ningún plan establecido y sin un mapa al que seguir. No busques novio, no busques novia, o busca todos los que tú quieras hasta que encuentres al que merece la pena. Llora. Existe el pensamiento de que reír siempre será mejor que llorar, que hay que sonreír pase lo que pase, que llorar es de débiles. Mentira. Llora, sienta muy bien cuando no hay palabras. Cambia, renuévate, proponte objetivos inalcanzables y ya veremos si la palabra imposible resuena en tus oídos con tanta fuerza 

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